Tatuajes

Aquí tenéis  una animación con algunos de mis tatuajes. Podéis controlarla colocando el cursor sobre ella. Puede tardar unos segundos en cargar, tened paciencia. Para verlas mejor, podéis bajar un pdf desde aq. Más abajo, encontrareis información esencial sobre el tema. Un poco de historia, un vídeo sobre como se aloja la tinta en la piel, la elección de un diseño adecuado, cuidados previos a tatuarse, el control del dolor, y los cuidados posteriores al tatuado. 

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Pinchando en las imágenes de abajo, accederéis a un trabajo de investigación en dos partes, sobre la relación entre el grabado japonés y el tatuaje tradicional nipón. El último archivo trata sobre la relación entre el arte conceptual y la modificación corporal. Podéis echarle un vistazo online, o bajarlos si os interesa el tema.







Tatuajes: ¿transgresión o arte?.
Ya desde tiempos de los griegos, que los denominaban “estigmas” para mostrar su desaprobación por ellos, las connotaciones negativas de los tatuajes fueron transmitidas a través de los Romanos y por extensión por los Cristianos hasta nuestros días.

Mientras que en tribus de remotas tierras en continentes por descubrir, los guerreros se tatuban los rostros como signos de valor, fuerza y prestigio, en el otro lado de la tierra, civilizaciones más avanzadas como China, Japón o Europa, mutilaban públicamente los rostros de criminales y disidentes con visibles tatuajes que marcaban su condición para siempre.

Si bien es cierto que el tatuaje ha sido sinónimo de rebeldía, bandas, oscuros marineros, presidiarios y moteros, hoy en día, tras años de transición cultural, los tatuajes son cada vez menos tabú, más limpios y más reconocidos como una forma de arte en sí.

Mientras que para unas personas los tatuajes son tabú y transgresión, para otros una moda puramente estética, y para muchos una estilo de vida, para algunos pocos ha llegado a ser incluso una necesidad. Artistas del tatuaje de todo el mundo, ven en ellos algo más que un medio expresivo. Para las personas que llevan los tatuajes, son una forma de reafirmar su identidad como individuo único, y para los tatuadores que los hacen, un camino continuo de superación, motivación personal y un estilo de vida.



Orígenes del tatuaje
Fué el Capitán James Cook quién en 1769 usara por primera vez la palabra “tatuaje” en su diario personal. Ésta a su vez, provenía de otra palabra de origen polinesio. Y es que por esa época, tribus del pacífico ya practicaban entre ellos las técnicas del tatuaje a mano, con fines más espirituales y protectores que puramente estéticos.

Aunque algunos científicos afirman que marcas encontradas en hombres de hielo momificadas que datan del 3300 a.c. eran tatuajes, la mayoría creen que la práctica del tatuaje comenzó en Nuba y el antiguo Egipto, incluso antes de su organización como sociedad. Hace mas de 6000 años había mujeres egipcias que se tatuaban, para que las marcas les sirvieran de protección contra los numerosos peligros del parto. Desde Egipto, éstos se extendieron por África y por Asia hasta llegar a las islas del Pacífico.

Celtas, Galos, Vikingos, Tribus en América y hasta los Japoneses 400 a.c. usaron la práctica y rito del tatuaje en una u otra forma.

Fueron los marineros ingleses, que viajaban a tierras del sudeste asiático, los que con sus pieles introdujeran los tatuajes en Europa. Más tarde, los circos ambulantes, extenderían ésta práctica por tierra, exibiendo en sus insólitos espectáculos a hombres y mujeres densamente tatuados.

La primera máquina de tatuar, “la grabadora eléctrica”, fue inventada por Thomas Edison en 1876, aunque con fines distintos. Samuel O..Reilly modificó la idea original de Edison añadiendo un depósito para la tinta con su primer “lápiz eléctrico”. Pero fué Charlie Wagner quién en 1904, patentó “la grabadora alternativa de doble bobina”. El prototipo de la máquina que actualmente se usa.










Elegir un diseño para toda la vida 
Muchas personas que han decido hacerse un tatuaje, no han decidido qué motivo van a llevar en la piel. Ésta, es una elección muy delicada.

La mayoría de las personas que acuden a un tatuador pidiendo que se les tatue cualquier diesño por tener la urgencia de ser tatuados, acabarán lamentando haber elegido tan apresuradamente. Un diseño que a priori puede ser bonito y quedar bien en la piel, al cabo del tiempo puede perder sentido fácilmente. Los diseños que llevan intrínsecos un significado, algo que la persona que los lleva se vea identificada con ello, o algo que recuerda hechos pasados o personas queridas, son los diseños que perdurarán para toda la vida.

He experimentado numerosos arrepentimientos por parte de personas que no sabían exactamente que querían, y que al cabo del tiempo volvían a tatuarse para que los tatuajes originales fueran tapados con otros diseños. Aunque es posible tapar un tatuaje con otro, hay que tener en cuenta que las dimensiones del segundo diseño pueden ser de al menos el doble de tamaño y con tonos más oscuros que los originales. También se puede recurrir al borrado por láser que hoy en día está muy avanzado, y que algunos tatuadores incluso lo usan como herramienta para tener más flexibilidad a la hora de hacer un "tapado". El borrado por láser, aunque eficiente, es más doloroso, más costoso y requiere un proceso de varias sesiones muy espaciadas en el tiempo para no dañar permanentemente la piel.

La elección no tiene porque ser tan difícil, simplemente requiere algo de investigación por parte de la persona que se va tatuar o una charla previa con el tatuador, sobre las ideas a cerca del diseño. Los tatuajes están llenos de simbología, y hoy en día con internet, cada vez es más fácil descubrir que puede simbolizar una mariposa, una golondrina, o una carpa japonesa.

Por eso aconsejo a mis amigos que no tomen una decisión apresurada, que hay tiempo de sobra. Un tatuaje es para toda la vida. ¿No merece la pena esperar un poco más por algo que llevarás para siempre?





Consideraciones previas y posteriores
Si ya has decidido que hacerte y dónde pincharte, hay algunas consideraciones que tienes que tener en cuenta antes del día de su ejecución. 

Los tatuajes recién hechos son heridas abiertas, y el hacértelos pone a prueba tu sistema inmunológico. Un sistema inmunológico estresado, tiene una mermada capacidad para combatir enfermedades o infecciones. Es importante que cuides de tu salud los días y semanas previos a una sesión de tatuaje, sobre todo si ésta va a ser de varias horas. Para ello, consume alimentos nutritivos y equilibrados, descansa bien, y evita traumas físicos innecesarios.

Este cuidado personal es también importante en el día de la sesión. Comer bien y equilibrado antes del tatuaje, proporciona nutrientes que aportan energía y ayudan al organismo a tolerar mejor el dolor. Mantienen también, niveles adecuados de azúcar en sangre, que facilitan la labor de soportar el incremento repentino de adrenalina que se produce al inicio de la sesión. Sin este empuje de azúcar, la adrenalina puede causar un ligero malestar de cabeza, mareo o incluso desmayo. Llevar consigo algo de comida y bebida para picar cuando la energía decae, puede ayudar a hacer una larga sesión, algo más llevadera.

Consumir grandes cantidades de alcohol el día de antes es totalmente contraproducente. El estado de abstinencia no es el más adecuado para soportar el estrés al que se verá sometido el cuerpo, y el alto nivel de alcohol en el organismo hará licuar la sangre, dificultando seriamente el alojamiento de la tinta en la piel. Debido a ello, es probable que tu tatuador se niegue a realizar el trabajo, posponiendo la sesión para otro día.

El mismo efecto es producido por la ingesta de aspirinas 24 horas antes de la realización del tatuaje. El ácido acetilsalicílico es un fuerte anticoagulante que licuará igualmente la sangre y que tendrá las mismas consecuencias. Por ello, el consumo de aspirinas debe ser evitado el día previo a la sesión.

Es también motivo de negación a la elaboración del tatuaje, el consumo de estupefacientes el día del tatuaje. Estados alterados, ya sea por alcohol o por otras drogas, pueden dar lugar a complicaciones no deseadas durante el tatuaje y pueden incluso llegar a crear situaciones de peligro.


Tras el tatuaje, sobre todo si es una gran extensión de piel la trabajada, el proceso de curación requerirá del mismo cuidado personal que en los días previos a la sesión. Esta atención al cuerpo con la comida y el descanso, facilitará la recuperación del shock recibido, resultando en un tatuaje mejor curado y de mejor aspecto. En casos de inflamación o dolor leve, la ingesta de ibuprofeno, o la aplicación de hielo en la zona, pueden ayudar a reducir los síntomas.




Controlar el dolor
Muchas personas que se tatúan por primera vez, tienen la duda de si un tatuaje duele. La respuesta es bien sencilla. Si, un tatuaje duele, pero el dolor es relativo. Cada persona tiene distinta tolerancia al dolor y lo siente de distinta manera. Cada parte del cuerpo percibe el dolor de forma diferente. Además, no todos, tenemos la misma predisposición a la hora de tatuarnos. Un tatuaje no se siente de la misma manera en el brazo que en las costillas, o alguien que piensa que le va a doler mucho, luego se da cuenta de que no es para tanto.

Lo primero es estar segura/o de que quieres hacértelo, indiferentemente de si va a doler o no. Si realmente tiene un significado la experiencia que vas a vivir, dará igual el dolor que vayas a sentir. Además el dolor es algo pasajero, mientras que el tatuaje lo vas a disfrutar toda tu vida.

En el proceso de un tatuaje, hay cierta responsabilidad que recae directamente sobre la persona que está siendo tatuada. Esa responsabilidad, repercutirá en el resultado final, ya que controlar tu cuerpo hará que se produzcan menos fallos por movimientos indeseados o por falta de concentración del artista.

Los movimientos bruscos como reacción a ser pinchados, producidos normalmente por tener esa zona del cuerpo en tensión, harán que una línea salga torcida o que una zona de relleno exceda los límites previstos. También las distracciones pueden hacer perder la concentración del tatuador, dando lugar a fallos. No hay nada que distraiga más a un tatuador, que una persona que constantemente se mueve, o se queja. Debes asumir que el dolor es parte inseparable del ritual de ser tatuada/o.

Llevar ropa no ajustada, evitará rozaduras sobre todo en las horas posteriores a la sesión de tatuaje. Ser tatuado en la mañana también ayudará a combatir el dolor, ya que los niveles de adrenalina alcanzan sus valores más elevados en las primeras horas después de despertar.

Si es tu primer tatuaje, puedes optar por llevarlo en una zona que implique menos dolor que otras. En la imagen adjunta, se pueden ver distintas zonas del cuerpo, y sus respectivos baremos sensitivos.

Si no es tu primer tatuaje, o estás convencida/o de que quieres hacértelo en una zona concreta, a continuación te muestro unos consejos para poder llevarlo a cabo.



Como combatirlo
Hay formas de sobrellevar la experiencia del dolor en un tatuaje. El dolor se puede combatir, se puede ignorar o se puede aceptar. 

Para combatir el dolor, hay ciertos productos que te ayudarán, pero que son poco recomendados por los tatuadores. Entre estos productos, está la crema Emla cuyo principal compuesto es la lidocaína, un anestésico local muy utilizado en procesos de cirugías superficiales y en odontología. Debe ser aplicada una hora antes y cubierta con un plástico para que penetre bien en la piel. Su efecto adormecerá la zona durante una hora aproximadamente, pero tras el efecto de relajación producido por la insensibilización, viene otro de dolor agudo que es percibido de manera más intensa debido al cambio. Hay también quienes dicen, que la crema Emla puede reducir el flujo sanguíneo en la zona, afectando en teoría, el alojamiento de tinta y el proceso de curación.

La lidocaína también puede ser administrada en forma inyectable, que los médicos usan para poner puntos de sutura o realizar una cirugía menor. Tras sentir una sensación de quemazón, la piel queda totalmente adormecida. Como fuere, esta inyección llena temporalmente la piel de líquido, cambiando su forma y su textura. También afectará al flujo sanguíneo y muchos tatuadores reusarán a tatuar pieles tratadas de esta manera.

Otra forma de administración, usada en procesos dentales y donde se conoce como xilocaína, es por pulverización. Ésta debe ser administrada una vez se haya abierto la piel con la aguja, pulverizando sobre la zona ya tatuada. Debe ser dejada unos minutos para ser absorbida por la piel y su efecto apenas dura unos 30 minutos.

Los medicamentos como el ibuprofeno o la aspirina, son desaconsejados antes y justo después del tatuaje, ya que son anticoagulantes. Éstos harán licuar la sangre, prolongando el tiempo de sangrado y dificultando el alojamiento de la tinta en la piel.

Otros medicamentos que aumentan el efecto anticoagulante y que se deben evitar son: los esteroides anabolizantes, el alopurinol, la indometacina, la quinidina, y las sulfamidas.

Entre los no-anticoagulantes, se encuentra el paracetamol, que ayudará levemente al dolor, pero no ayudará a reducir la inflamación. Sin duda es una mejor opción a las anteriores, ya que no influye en el flujo sanguíneo o la formación de plaquetas.

Otro medicamento a tener en cuenta, y de mayor efecto, es el metamizol magnésico (nolotil), o estearato de magnesio. Sus efectos son analgésico, antipirético y espasmolítico. Es un inhibidor del dolor normalmente usado en procesos post-operatorios, o post-traumáticos, de tipo cólico o de origen tumoral y tampoco tiene una influencia negativa en la coagulación de la sangre. Este puede ser ingerido en forma de cápsulas o ampollas.

El nolotil es bastante potente y no se ha de tomar a la ligera, ya que en ocasiones puede producir bajadas de tensión. Normalmente estas bajadas se producen con el nolotil inyectable, aunque también se han dado casos con el formato en capsulas. Si vas a tomar nolotil, debes tener esto en cuenta y seguir las “consideraciones previas”, citadas más arriba, referentes a un buen nivel de azúcar en sangre. Puedes tomar una cápsula antes de la sesión, sabiendo que tardará más o menos una hora en hacer efecto. Si optas por las ampollas, éstas tardan menos tiempo y son más potentes. Toma media ampolla en un vaso de agua, y si no da resultado, toma la otra media. El efecto analgésico, suele ser menos efectivo que el de los anestésicos locales, pero de duración más prolongada.
De todas formas, la ingesta de medicamentos debes realizarla bajo tu entera responsabilidad. Un tatuador, no es un profesional de la medicina y no está capacitado para dar este tipo de consejos.  Si decides auto-medicarte, sigue las instrucciones del medicamento, o mejor, consulta a un matasanos antes del día de la sesión.



Como ignorarlo
Algunos médicos usan un método de hipnosis para ayudar a pacientes con dolores de disparos, huesos rotos e incluso ciertos procesos de cirugía. Este tipo de hipnosis no es el típico “empiezas a sentirte muy cansado…”, y no tiene nada que ver con los momentos cómicos que podemos ver en la tele. Es simplemente una manera de distraer a la persona de la sensación de dolor.

Por ejemplo, hacer pompas de chicle ayuda a los más pequeños a que les duela menos una inyección. El niño está tan interesado en hacer pompas que ni siquiera se percata del dolor de la aguja. El mismo principio funciona en los adultos. Decirle a un paciente que mueva los dedos de sus pies antes de poner una inyección, puede ser tal distracción que la persona apenas se da cuenta de lo que ha pasado, cuando la intervención ya ha terminado.

Este proceso de hipnosis puede ser auto-inducido. En largas sesiones de entintado, controlar el dolor puede resultar más fácil si tu mente se aleja de esta sensación con una distracción. Hay unas pautas que puedes seguir, para ayudar a inducir este estado:

-   Ponte cómodo. Deja que el tatuador te coloque para que él pueda trabajar bien, y luego haz lo posible por conseguir una postura en la que relajes al máximo tu cuerpo.
-    Piensa en un lugar especial o en una actividad. Tal vez te encante esquiar, cocinar o hacer algún tipo de actividad física. ¿A dónde irías para realizar esas actividades?
-   Ahora piensa en el lugar. Visualiza las montañas (en el caso de esquiar), ¿De qué color son? ¿Qué forma tienen? ¿Qué ves a tu alrededor? ¿Con quién estás?
-    Céntrate en los detalles. ¿A qué huele el lugar? ¿Qué sonidos escuchas? ¿Hace frío o calor? ¿Hay viento, o llueve, o hace sol?
-   Ahora, colócate en el lugar. ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo lo haces? Tal vez estás bajando la ladera más alta en la nieve más pura… Imagina como sería un día perfecto en la nieve, o en la cocina o en cualquier otro sitio de tu elección.

Si esto no funciona, puedes probar con libros, películas, revistas u otros medios de distracción que te evadan del lugar y la situación.



Como aceptarlo
Para muchos entusiastas, el dolor es parte intrínseca del proceso de tatuarse. Controlar el dolor es menos importante que sentirlo, aceptarlo, asimilar el subidón de adrelina y endorfinas que viene con la sensación. Si es tu primer tatuaje, el dolor puede ser un como un rito de iniciación. Algunas personas lo ven simplemente con un precio justa a pagar, por llevar una pieza de arte permanente, preciosa y llena de significado personal. Otros incluso han desarrollado la capacidad de disfrutarlo como parte importante del ritual de tatuarse.

Para empezar, hay que cambiar el concepto negativo mental de tatuarse como experiencia de sufrimiento hacia un concepto neutral de experiencia de sensación. Este simple cambio de concepción puede ayudar significativamente la predisposición de un estado de nerviosismo y tensión a otro de calma, aceptación e incluso curiosidad. Esto es debido a que una respuesta común frente al dolor es la de huir de él, o luchar en contra, mentalmente. Sin embargo una respuesta común a un proceso de observación da lugar a un estado abierto a descubrir sensaciones. Una vez que se toma la decisión de tatuarse, es simplemente un gasto innecesario de energía, el intentar bloquear algo inevitable. Una actitud más efectiva es la de un cambio de mentalidad hacia la aceptación neutral del dolor.

El término de aceptación se refiere a aceptar cualquier sensación física en el cuerpo, dejando pasar la experiencia a través de la mente como un fenómeno momentáneo. Haciendo esto una y otra vez, cualquier momento de incomodidad permanece como temporal, lo cual es su verdadera naturaleza. De esta manera, estas sensaciones simplemente pasan de largo mientras que la mente descansa en una base sólida de paz y observación sin ataduras.

La manera más sencilla de alcanzar esto, es concentrarse en la respiración. Literalmente una inspiración y expiración con cada  pinchazo, si es necesario. Las breves pausas en el proceso, cuando el tatuador moja la aguja en la tinta, o cuando está limpiando o cambiando la máquina, proporciona oportunidades de respirar profundamente, liberando tensiones y reiniciando la concentración mental.

Imagina cuando expiras, que estás liberándote de la incómoda sensación que percibes en ese momento. Hacerlo una y otra vez en cada ocasión  que percibes el dolor, puede ayudarte también a recordar tu capacidad de aguante y de fuerza mental.

Otro factor a tener en cuenta es la frecuencia entre sesiones. En tatuajes grandes hay gente que descubre que acortar el tiempo entre sesiones les ayuda a mantener su motivación y determinación, mientras otras prefieren sesiones más espaciadas para recuperar las fuerzas necesarias con las que enfrentarse a otra jornada de sensaciones fuertes. A pesar de todo, amoldarse a la agenda del tatuador es normalmente lo más apropiado para un resultado óptimo del tatuaje.

Aunque hayas decidido sentir el dolor, pon atención a las señales de tu cuerpo. Si notas que te vas a desmayar, o tienes nauseas, solicita un descanso. Un buen artista lo entenderá, incluso a veces dejará la sesión para otro día si así lo ve necesario. Si te preocupa algo, o tienes dudas, simplemente pregunta. Si no te da confianza el tatuador, no olvides que siempre puedes decir que no te lo quieres hacer.


No importa que método hayas elegido para controlar el dolor. Lo más importante es ser conscientes de que ser tatuada/o es una experiencia física y mental. La actitud mental determina sorprendentemente el nivel de disfrute de la experiencia. Es labor de cada uno elegir la manera más efectiva de controlar pensamientos y comportamientos, para superar incomodidades y sensaciones no agradables. Las recompensas de superar estos obstáculos son las de llevar arte vivo en la piel y la sensación de haber cumplido una ardua tarea de auto control.



Cuidados del tatuaje
Cuidados a corto plazo
Por el bien de tu tatuaje y de tu salud, es IMPORTANTE que sigas estas instrucciones al pie de la letra
  • Quitar el vendaje de plástico pasadas tres horas. No volver a poner vendaje alguno, salvo en casos donde el tatuaje esté expuesto a una situación de suciedad o bajo exposición directa al sol. En estos casos, no usar plástico sino una venda o gasa transpirable.
  • Lava el tatuaje usando únicamente tu mano limpia, agua templada y jabón neutro o de ph ácido (ph 4), como Germisdín. El ph ácido crea un ambiente hostil al desarrollo de las bacterias. Para terminar, enjuagar con agua fría y secar usando servilletas de papel absorbente o similar. No lo frotes. Elimina el exceso de agua presionando ligeramente con la servilleta. Hasta que el tatuaje termine de curar, toma duchas cortas pero no te bañes ni lo sumerjas (bañeras, piscina, mar...). Evita duchas de agua caliente prolongadas ya que el vapor de agua puede afectar el proceso de curación. Mantén el chorro de la ducha fuera de la zona del tatuaje.  
  • Los primeros días son los de más riesgo de infección, por eso, debes lavarlo tres veces al día y seguir las instrucciones anteriores. Si notas que la piel alrededor del tatuaje está especialmente roja, sientes dolor y está hinchada, puede estar infectada. Acude a ver a tu tatuador o a un médico, indica el proceso que has seguido y la crema que has aplicado.
  • Para curar tu tatuaje, la crema Bepanthol hará que tu piel regenere más rápidamente. Al llevar un agente cicatrizante y mantener la piel hidratada en todo momento, hará que salga menos costra (si sale alguna) y que tu tatuaje luzca mejor que usando otros productos como la vaselina, que no dejan oxigenar la piel tan eficazmente. Bepanthol puede ser usado durante todo el proceso de curación (10-15 días), pero es importante sobre todo durante la primera semana. La segunda semana no es necesario lavarlo tan frecuentemente y se puede usar otro tipo de crema para hidratar la piel (vaselina u otros).  Aplica la pomada Bepanthol de dos a tres veces al día después de lavarlo. Asegúrate de que no eres alérgico a los componentes de esta crema. 
  • Durante la curación la piel se secará y puede salir algo de costra. Es importante que no te rasques en ningún momento ya que un desprendimiento no natural, podría llevar consigo parte de tinta. Intenta también evitar rozaduras producidas por la ropa, (sobre todo los primeros días). 

  • No nades o tomes el sol hasta que el tatuaje esté curado. Incluso depués de estar curado deberas usar una crema de alta proteccion SPF para evitar el envejecimiento acelerado y el apagado de brillo de los colores.
  • Mantén tu cuerpo y tu piel hidratados hasta que la zona del tatuaje esté completamente recuperada (aprox de 20 días a un mes). Y es aconsejable la hidratación periódica de la zona, incluso después de haber curado.

Cuidados a largo plazo
  Después que tu tatuaje haya curado, hay formas de preservarlo tanto como sea posible. Ten en cuenta que esta nueva adquisición, forma ahora parte de tu cuerpo, por lo que cuanto mejor trates tu cuerpo, y tu piel, más tiempo lucirás un buen tatuaje. 

 Lo mejor que puedes hacer por tu tatuaje es evitar que reciba sol. Cuanto menos, mejor (el sol en exceso no es bueno para la piel y menos para el tatuaje). Lo ideal es que lo cubras. No hay crema lo suficientemente alta como para que el sol no dañe la piel. Hay fundas con este propósito en el mercado, de materiales áltamente transpirables y suaves al tacto, aunque también te la puedes hacer tu, y tenerla siempre a mano. Y recuerda, que esto es solo para tatuajes ya curados. No vendes o cubras (en la medida de lo posible) un tatuaje que no esté totalmente curado.
En caso de que decidas no cubrir tu tatuaje, si vas a la playa, o simplemente trabajas al aire libre y estás expuesto al sol, usa una crema de protección alta. Puedes tener siempre a mano esta crema para usarla cuando sea necesario. Créeme, tu piel te lo agradecerá. 

  Mantén también hidratado tu tatuaje. Cuanto más hidratada esté tu piel, más lentamente envejecerá.

    Otra medida importante a tener en cuenta es evitar cortes o arañazos, ya que éstas nuevas cicatrices se verán claramente sobre el tatuaje. La única manera de solucionar esto es retocando el tatuaje, aunque a veces, tatuar sólo estas cicatrices puede ocasionar diferencia entre los colores nuevos y los originales. Aunque no puedas evitar cada pequeño arañazo, es sensato el tratar de reducir la cantidad de abusos que esa parte de tu cuerpo recibe.




D.Rodríguez 

4 comentarios:

  1. Pregunta: no se podra mezclar una ampolla de lidocaina en la tinta?

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    1. Creo que no porque podría alterar la calidad de la tinta de todas formas el tatuador es el experto, pero puedes ver aquí algunos consejos para sentir menos dolor
      http://tatuajex.com/428/como-disminuir-el-dolor-del-tatuaje

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    2. Creo que no porque podría alterar la calidad de la tinta de todas formas el tatuador es el experto, pero puedes ver aquí algunos consejos para sentir menos dolor
      http://tatuajex.com/428/como-disminuir-el-dolor-del-tatuaje

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  2. Hay algun metodo o equipo que se pueda usar para conocer si debajo de un tatuaje existe otro mas viejo...si alguien tuviera esa respuesta me puede hacer llegar la respuesta a este email pedroarmengol@yahoo.com gracias me encantaron los diseños

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